Inéditas (1995)
Nunca supe porqué, pero quien se encargó de los aspectos museográficos de la exposición y hasta de poner las caricaturas en las paredes - después de haberlas limpiado él mismo, porque no había presupuesto para pintar- fue el Premio Nacional de Fotografía 1990, primera vez que se otorgaba, José Sigala.
Había compartido un par de ocasiones con él con la intermediación de mi amiga y compañera de estudios de locución, Dafne Guerrero de Vivas, en ese momento esposa de Fruto Vivas.
Sigala prodigó espléndidamente tiempo y esfuerzo al éxito de la exposición; tal como si los trabajos fueran suyos. Uno de esos gestos que nunca se puede agradecer suficientemente. En una mínima retribución, la siguiente navidad dejé en su casa de la carrera 18 un pan de jamón. Lo había elaborado con la laboriosísima receta del libro de Armando Scannone. Sigala estaba en Caracas. Regresó tiempo después. Me llamó para agradecer el pan. Me dijo que recién lo había comido. ¡Pero, ya debe haber estado malo!, le dije. Y me respondió: ¡A todo le hace falta un poco de descomposición!
A esa misma casa, llevé el original de esta caricatura luego de la muerte de Sigala, el 26 de julio de 1995.
Por cierto, con Dafne estudiamos Locución en 1981. Ocurrió en una de las academias comerciales que tan comunes eran en la ciudad. Quedaba en la carrera 18 con calle 23. La ventaja además de la formación es que vendría desde Caracas el jurado examinador del Ministerio de Comunicaciones. Tiempo después, a Dafne, quien tenía dos hijas de su matrimonio con Fruto le obsequié una caricatura que decía en una mezcla de mitología griega e invento local: "Dafne es una musa convertida en árbol que tiene dos flores y un Fruto".